He intentado escribir un diario muchas veces, y siempre ha sido un fracaso. Leo la página del día anterior y pienso, «¿por qué demonios dejaría yo esto escrito aquí por los siglos de los siglos?. No me gusta mucho guardar recuerdos materiales del pasado. Prefiero mi propia memoria, ya que aunque no tan exacta, algunas veces es mucho más rica e interesante que la foto. Me gusta el modo en que la nostalgia distorsiona los recuerdos (casi siempre, para mejor).